JATO Provincia de Cáceres

Cáceres despliega en la calle todas las espigas de su abanico de fiestas populares

Medio centenar de pueblos muestran sus virtudes en una nueva exhibición de orgullo y diversidad rural

No hay tormenta que pueda con Jato. Como si de un fortuito símil de esa resistencia rural se tratara, la lluvia que pretendía hacer aparición estelar, lo hizo, pero no logró empañar el tesón y el empeño con el que los pueblos asistieron al gran encuentro en Cáceres. Día dos. El primero, se llevó el protagonismo de la inauguración y fue precavido en suspender la agenda a descubierto de la noche. Este segundo, el sábado, el que siempre se conoce como día grande, arrancó con ímpetu. Un impulso que tuvo su broche en la gran exhibición para la cultura popular, para la identidad cacereña que no es otra que la mezcla de otras tantas. A modo de abrazo y de alarde orgulloso, desfilaron ante la atenta mirada siempre del público, los cacereños y sus fiestas.

Hay de todo. Las Lavanderas, las anfitrionas, abren el cortejo. A partir de ahí, desde el ya de sobra conocido Jarramplas hasta las Carantoñas, los Jurramachos, el Carnaval Hurdano o el Carnaval de Ánimas. En total, casi medio centenar de fiestas, algunas con siglos de historia que han logrado mantener en pie generación tras generación. Nadie quiso perderse una cita cada vez más completa, una que cuenta con una panorámica en directo de las particularidades de cada localidad. Cáceres da ejemplo en un mundo que tiende a lo homogéneo con un recital de originalidad y de diversidad, de pluralidad, de imagen propia.

El Fitur cacereño

La Diputación de Cáceres, impulsora de esta genuina propuesta a imagen y semejanza de ferias turísticas como Fitur, propone a los visitantes un viaje desde Cáceres a todas las comarcas y a todos sus rincones. La idea nació tras la pandemia y se ha convertido en tiempo récord en uno de los eventos que marcar en la agenda por su abanico de actividades y por su acogida.

La comitiva salió pendiente del cielo pasadas las cinco y media de la tarde. Era el plato fuerte de un menú casi infinito del sábado. La intención es que recorriera el paseo central de Cánovas, San Antón, San Pedro, San Juan, Gran Vía y concluyera en la plaza Mayor, donde se encuentra la gran carpa de las comarcas. En todo momento, los integrantes de las fiestas animaron el recorrido con sus singulares vestuarios, con sus llamativos colores, sus ornamentos o sus particulares danzas. 

Fuente: el Periódico Extremadura